Vamos a hacer un pequeño viaje al organismo para comprender mejor lo que nos sucede...
Los corticoides son hormonas secretadas por las glándulas suprarrenales y son de suma importancia para el organismo ya que permiten nuestra adaptación a respuestas de stress agudo como puede ser una infección, una herida o un momento específico de tensión, por ejemplo tener que salir corriendo por una situación puntual. De igual forma estas hormonas permiten el funcionamiento de muchos organos entre ellos el sistema nervioso central, el sistema inmune, cardiovascular y respiratorio.
Estas hormonas se regulan principalmente por el ciclo circadiano ( día y noche) y la retroalimentación en el eje del sistema nervioso central ( hipotálamo - hipófisis ). Así que normalmente al dormir en la noche, la cantidad de cortisol ( corticoide ) decrece y al estar activos en el día, se eleva su nivel normal.
Pero..¿que sucede cuando el reloj marca nuestra vida, cuando no tenemos tiempo para dormir, para estar con nuestra familia, cuando no podemos comer tranquilamente sino con prisas y frente al ordenador terminando un trabajo? En nuestro cuerpo esta situación se traduce en una elevación de del cortisol contínua, la cual de mantenerse así se traduce en lo que llamamos stress crónico.
Cuando una persona presenta stress crónico, llamado también disestress, la persona presenta niveles de cortisol elevados y esto puede generar muchos problemas en el funcionamiento normal del cuerpo como lo es la regulación del metabolismo normal manifestándose en obesidad, dislipidemia, hipertensión y resistencia a la insulina. Entonces podremos preguntarnos...¿qué sucede si no dormimos? ¿Si mis preocupaciones no me "dejan dormir"? ¿Si mi vida es un diario corre-corre?
Si esto ocurre de vez en cuando el organismo puede adaptarse a la situación y regresar a sus parámetros normales, pero cuando se vuelve frecuente, el organismo no alcanza a regularse comienza a producirse una lesión en nuestros órganos que podría llegar a ser irreversible.
Cuando tenemos stress pasamos por unas fases en las que nuestro cuerpo reacciona, pero si persiste entramos en una fase de alarma y desesperanza causando inclusive un conflicto emocional. --- No encuentro paz, no encuentro soluciones, mi vida no tiene sentido, o simplemente no tengo tiempo ni para mí....y se convierte en un circutito de carrera del cual aparentemente no podemos salir.
Con nuestro automatismo emocional y en el tiempo que estamos viviendo tenemos que comprender que esta forma de vivir sumada a esas reacciones de intolerancia, de friccion emocional, me hacen daño solo a mi! Entonces nos surgen unas preguntas: ¿Es posible aprender a no estresarme? Preguntémonos ¿para qué vivo esto?¿qué hacer?
La primera pregunta que debemos hacernos es ¿cómo estoy viviendo, como duermo, como bien y balanceado? Probablemente la respuesta será... Es este tiempo todos vivimos estresados de alguna u otra forma, pero eso no significa que sea la mejor vía para disfrutar de nuestra vida.
La siguiente pregunta es ¿cómo reacciono a una situación estresante? Si además de las situaciones que vivimos le agregamos emociones como miedo, insatisfacción, ansiedad, depresión etc, hacemos que nuestro sistema se "sobrecargue" causando disarmonía en nuestro cuerpo.
Si a esto le agregamos el stress del ambiente, la polución y mis hábitos de alimentación junto con la ausencia de actividad física, probablemente ha llegado el momento de hacer una pausa y empezar a enamorarnos de nosotros mismos...amar nuestro cuerpo.
Tenemos que buscar un estado armónico y para esto la medicina integral nos sugiere un pequeño ejercicio: Si ante una situación que invade mi pensamiento y en cinco minutos no lo logro resolver, debemos aprender a dejar de lado eso que nos molesta, dejar de lado el problema y tratarlo más tarde, pero no darle "vueltas a la cabeza" por más de esos 5 minutos. A esto se le llama higiene mental. Posteriormente nos preguntaremos: tiene o no solución, pero...no más de 5 minutos...recuerda...
Encontrar la pausa no es una tarea fácil, requiere de entrenamiento y constancia, de tomar la desición de hacer una pausa que puedes encontrar meditando, pintando un mandala, escuchando un mantra, una música clásica o simplemente concentrándote en tu respiración, mirando un paisaje y trayento a tu corazon un recuerdo amoroso, aquello que evoque en tí una sonrisa ( la mirada de tu hijo, los ojos de tu perrito, un lugar etc)
Si a estos pequeños cambios agregamos caminar diariamente, si es posible cerca a la naturaleza y tomar consciencia de nuestra alimentación, probablemente nos estaremos dando el mejor regalo para que disfrutemos cada día mas de cada momento que nos ha sido dado.
En el siguiente link encontrarás un pequeño video con un ejercicio para esa pausa http://www.acupressure.com/blog/?p=2091
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